PELEA DE GALLOS
Exposición - miniaturas
Navidad del año
2007 - Tegucigalpa.
foto Luis Méndez
lunes, 22 de junio de 2009
Poesia Luis Méndez
PAPIRO DE WALL STREET
¿Acaso el frío, la piedra,
el vendaval o estos días solitarios
semejan la habitación oscura
del poeta de la vorágine?.
No, no pueden sospechar
que una calle vacía no es una calle vacía,
que una noche sin luna no es una noche sin luna,
sino el ocio necesario,
que el aliento de los muertos en Oriente
sepulta el decoro de los héroes del desierto,
que hoy la historia de la humanidad
se resume en un misil incendiario
papiro de Wall – Street.
¿Acaso el frío, la piedra,
el vendaval o estos días solitarios
semejan la habitación oscura
del poeta de la vorágine?.
No, no pueden sospechar
que una calle vacía no es una calle vacía,
que una noche sin luna no es una noche sin luna,
sino el ocio necesario,
que el aliento de los muertos en Oriente
sepulta el decoro de los héroes del desierto,
que hoy la historia de la humanidad
se resume en un misil incendiario
papiro de Wall – Street.
domingo, 21 de junio de 2009
Poesia Luis Méndez
ARIEL …del libro Subterráneo, año 2005)
Te lo ruego Señor, no apartes de mí este cáliz
I
Padre nuestro que estás en el cielo
mientras la muerte da a beber el agua
que ensombrece los ojos del cuervo
tú duermes y olvidas
la noche tormentosa de Judas
el destierro de Adán al copular con Eva
el delirio de tu hijo al pensar que lo habías
abandonado.
No despiertes, Dios, no. Te lo ruego
por esta vez, déjame hacer mi voluntad.
II
Y me llamarán el sin Dios
el proscrito de tu casa,
tus hijos, mis hermanos
perfectos de la fe
los profesos de tu reino
agitarán sus voces para ajusticiarme.
Pero será demasiado tarde
las horas habrán crucificado mis sueños
habré bebido el cáliz de mi propia muerte
tú y yo lo sabremos, habrá muerto mi fe.
***
ARIEL
Je te supplie, Seigneur, n'écarte pas de moi ce calice
I.
Notre père qui es aux cieux,
Pendant que la mort donne à boire de l’eau
qui assombrit les yeux du corbeau,
tu dors et oublies la nuit orageuse de Judas,
l'exil d'Adam et Ève, sa compagne,
le délire de ton fils après avoir pensé que tu l'avais
abandonné.
Non, ne te réveille pas, Dieu.
Je te prie, permets-moi cette fois,
Permets-moi de faire ma propre volonté.
II.
Et ils m'appelleront le sans Dieu,
le proscrit de ta maison,
tes enfants, mes frères,
les parfaits en la foi,
les profès de ton royaume
Elèveront leurs voix pour m'exécuter.
Mais il sera trop tard,
les heures auront crucifié déjà mes rêves,
j'aurai bu le calice de ma propre mort,
toi et moi, nous le saurons,
ma foi sera morte.
Traducido en frances por Athanase Vantchev de Thracy
Traduit en français par Athanase Vantchev de Thracy
A t h a n a s e V a n t c h e v d e T h r a c y38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
Te lo ruego Señor, no apartes de mí este cáliz
I
Padre nuestro que estás en el cielo
mientras la muerte da a beber el agua
que ensombrece los ojos del cuervo
tú duermes y olvidas
la noche tormentosa de Judas
el destierro de Adán al copular con Eva
el delirio de tu hijo al pensar que lo habías
abandonado.
No despiertes, Dios, no. Te lo ruego
por esta vez, déjame hacer mi voluntad.
II
Y me llamarán el sin Dios
el proscrito de tu casa,
tus hijos, mis hermanos
perfectos de la fe
los profesos de tu reino
agitarán sus voces para ajusticiarme.
Pero será demasiado tarde
las horas habrán crucificado mis sueños
habré bebido el cáliz de mi propia muerte
tú y yo lo sabremos, habrá muerto mi fe.
***
ARIEL
Je te supplie, Seigneur, n'écarte pas de moi ce calice
I.
Notre père qui es aux cieux,
Pendant que la mort donne à boire de l’eau
qui assombrit les yeux du corbeau,
tu dors et oublies la nuit orageuse de Judas,
l'exil d'Adam et Ève, sa compagne,
le délire de ton fils après avoir pensé que tu l'avais
abandonné.
Non, ne te réveille pas, Dieu.
Je te prie, permets-moi cette fois,
Permets-moi de faire ma propre volonté.
II.
Et ils m'appelleront le sans Dieu,
le proscrit de ta maison,
tes enfants, mes frères,
les parfaits en la foi,
les profès de ton royaume
Elèveront leurs voix pour m'exécuter.
Mais il sera trop tard,
les heures auront crucifié déjà mes rêves,
j'aurai bu le calice de ma propre mort,
toi et moi, nous le saurons,
ma foi sera morte.
Traducido en frances por Athanase Vantchev de Thracy
Traduit en français par Athanase Vantchev de Thracy
A t h a n a s e V a n t c h e v d e T h r a c y38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
sábado, 20 de junio de 2009
viernes, 19 de junio de 2009
Cesare Pavese
Cesare Pavese fue un escritor italiano, uno de los más importantes del Siglo XX. Nacido en Santo Stefano Belbo (Cuneo) el 9 de septiembre de 1908 y fallecido en Turín el 27 de agosto de 1950).
Durante toda su vida tratará de vencer la soledad interior, que veía como una condena y una vocación. Poeta y novelista italiano. Estudió filología inglesa en la universidad de Turín y, tras su licenciatura, se dedicó por completo a traducir a numerosos escritores norteamericanos, como Sherwood Anderson, Gertrude Stein, John Steinbeck y Ernest Hemingway, así como a escribir crítica literaria. Fue uno de los fundadores de la editorial Einaudi, en la que permaneció como editor hasta su muerte.
Sus escritos antifascistas, publicados en la revista La Cultura, lo condujeron a la cárcel, donde escribió sus propias obras. Durante la II Guerra Mundial formó parte de la Resistencia antifascista. Estudioso y pensador que se reconocía en la izquierda italiana, se suicidó a los cuarenta y dos años de edad. Su gran amigo el escritor Davide Lajolo describió en un libro titulado El vicio absurdo el malestar existencial que envolvió siempre su vida.
Durante toda su vida tratará de vencer la soledad interior, que veía como una condena y una vocación. Poeta y novelista italiano. Estudió filología inglesa en la universidad de Turín y, tras su licenciatura, se dedicó por completo a traducir a numerosos escritores norteamericanos, como Sherwood Anderson, Gertrude Stein, John Steinbeck y Ernest Hemingway, así como a escribir crítica literaria. Fue uno de los fundadores de la editorial Einaudi, en la que permaneció como editor hasta su muerte.
Sus escritos antifascistas, publicados en la revista La Cultura, lo condujeron a la cárcel, donde escribió sus propias obras. Durante la II Guerra Mundial formó parte de la Resistencia antifascista. Estudioso y pensador que se reconocía en la izquierda italiana, se suicidó a los cuarenta y dos años de edad. Su gran amigo el escritor Davide Lajolo describió en un libro titulado El vicio absurdo el malestar existencial que envolvió siempre su vida.
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Poesía Luis Méndez
A: Cesare Pavese
PAVESSE
He de convertirme
en un perfecto suicida
ó, al amanecer
he de ver en el espejo
el rostro de un cobarde
atragantado con la luz de la mañana.
He de convertirme
en un perfecto suicida
ó, al amanecer
he de ver en el espejo
el rostro de un cobarde
atragantado con la luz de la mañana.
miércoles, 17 de junio de 2009
La Familia
La Familia
Francisco Corzas
Francisco Corzas, pintor de incuestionable talento y creador de una muy amplia producción. Nacido en la Ciudad de México en 1936. Ingresó a "La Esmeralda", escuela que junto con la Academia de San Carlos formó a los artistas de la generación de Corzas. Ahí residió cuatro años y obtuvo los instrumentos básicos del aprendizaje en Artes Plásticas.
Residió además durante una larga temporada en Italia, en donde realizó estudios de pintura. Tomó cursos de pintura al fresco en la Academia de San Giacomo y de desnudo en la Academia de Belle Arti. Asimismo, le fue otorgada por parte del gobierno francés una beca especial Des Arts en 1967.
En la primera etapa de su obra se ve a un pintor que penetra en el alma de los personajes antes que hacer una denuncia social. En ella destacan los hombres solitarios, humildes, vagos o buhoneros evocados como víctimas de la soledad espiritual y la indiferencia universal.
Más adelante abandona las características expresionistas y comienza a adoptar connotaciones barrocas, multiplica sus figuras, perfecciona sus formas y enriquece su paleta cromática. Francisco Corzas muere muy joven, víctima de una penosa enfermedad que le priva de la vida a los 47 años de edad. Sin embargo, no necesito de más años para mostrar su gran talento y es por ello que, tras su muerte, ha recibido varios homenajes que exaltan su valiosa obra y su trascendente incursión en la historia del arte mexicano.
Residió además durante una larga temporada en Italia, en donde realizó estudios de pintura. Tomó cursos de pintura al fresco en la Academia de San Giacomo y de desnudo en la Academia de Belle Arti. Asimismo, le fue otorgada por parte del gobierno francés una beca especial Des Arts en 1967.
En la primera etapa de su obra se ve a un pintor que penetra en el alma de los personajes antes que hacer una denuncia social. En ella destacan los hombres solitarios, humildes, vagos o buhoneros evocados como víctimas de la soledad espiritual y la indiferencia universal.
Más adelante abandona las características expresionistas y comienza a adoptar connotaciones barrocas, multiplica sus figuras, perfecciona sus formas y enriquece su paleta cromática. Francisco Corzas muere muy joven, víctima de una penosa enfermedad que le priva de la vida a los 47 años de edad. Sin embargo, no necesito de más años para mostrar su gran talento y es por ello que, tras su muerte, ha recibido varios homenajes que exaltan su valiosa obra y su trascendente incursión en la historia del arte mexicano.
Poesía Luis Méndez
A
FRANCISCO CORZAS
¿Quién conoce las profundidades
quién el caos…?
No quiero que la muerte
llegue temerosa o vacilante
escabulléndose entre los cipreses.
La quiero sobria, elegante
adornada su cabeza de siemprevivas
para discurrir sobre el largo camino…
Verme en el ojo de Corzas,
trashumantes
navegando sobre el frío cauce.
A
Francisco Corzas
Who knows the depths of chaos?
I do not want death
To arrive frightened or hesitant,
Stealing away among the cypresses.
I want her sober, elegant,
Her head adorned with everlasting flowers
To discuss with her along the path…
Seeing myself in the eye of Corzas,
Migrant, sailing on the cold route.
A
FRANCISCO CORZAS
Qui connaît les profondeurs du chaos … ?
Je ne veux pas que la mort
arrive craintive et hésitante
se faufilant entre les cyprès.
Je la veux sobre, élégante
la tête ornée d’immortelles
pour discuter avec elle sur le long chemin …
Me voir dans l'oeil de Corzas,
Transhumant, naviguant sur la route froide.
Traduit en français par Athanase Vantchev de Thracy
Paris, le 31 mai 2008
A t h a n a s e V a n t c h e v d e T h r a c y
38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
FRANCISCO CORZAS
¿Quién conoce las profundidades
quién el caos…?
No quiero que la muerte
llegue temerosa o vacilante
escabulléndose entre los cipreses.
La quiero sobria, elegante
adornada su cabeza de siemprevivas
para discurrir sobre el largo camino…
Verme en el ojo de Corzas,
trashumantes
navegando sobre el frío cauce.
A
Francisco Corzas
Who knows the depths of chaos?
I do not want death
To arrive frightened or hesitant,
Stealing away among the cypresses.
I want her sober, elegant,
Her head adorned with everlasting flowers
To discuss with her along the path…
Seeing myself in the eye of Corzas,
Migrant, sailing on the cold route.
A
FRANCISCO CORZAS
Qui connaît les profondeurs du chaos … ?
Je ne veux pas que la mort
arrive craintive et hésitante
se faufilant entre les cyprès.
Je la veux sobre, élégante
la tête ornée d’immortelles
pour discuter avec elle sur le long chemin …
Me voir dans l'oeil de Corzas,
Transhumant, naviguant sur la route froide.
Traduit en français par Athanase Vantchev de Thracy
Paris, le 31 mai 2008
A t h a n a s e V a n t c h e v d e T h r a c y
38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
viernes, 12 de junio de 2009
viernes, 5 de junio de 2009
VIAJE AL PASADO
foto
Luis Méndez
Año 2009
.
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Poesía Luis Méndez
COLAPSO HUIDOR
Me dices lo posible en este imposible andar,
como si no supiera que mis pasos enervados
recorren espejos nuevos:
--reposados guardan silencio--
mientras la noche inunda
esta cuidad oculta en la memoria.
Aquí,
El breve paso del murciélago,
transeúnte de camino a casa,
recuerda un espacio en mis sueños:
colapso huidor de nido metafísico.
Piel de caminante deshojado
amanece con el hastío y las rotas
páginas de un diario inconcluso.
¡Mírame!
Hija de la gran Eva
vuelve tu vista sobre esta roca convertida
estancia para el vagamundo
que olvidado por el camino
sueña la habitación.
Me dices lo posible en este imposible andar,
como si no supiera que mis pasos enervados
recorren espejos nuevos:
--reposados guardan silencio--
mientras la noche inunda
esta cuidad oculta en la memoria.
Aquí,
El breve paso del murciélago,
transeúnte de camino a casa,
recuerda un espacio en mis sueños:
colapso huidor de nido metafísico.
Piel de caminante deshojado
amanece con el hastío y las rotas
páginas de un diario inconcluso.
¡Mírame!
Hija de la gran Eva
vuelve tu vista sobre esta roca convertida
estancia para el vagamundo
que olvidado por el camino
sueña la habitación.
LUNA
(del Libro Subterráneo, año 2005 . Luis Méndez)
LUNA
La mañana
traerá tus ojos
aroma a invierno
tierra mojada
en este otro mar
que te sueña viento,
hoja
luna.
POEMA DE MARIA TERESA BRAVO BAñóN
(ESPAñA)
LA PLEAMAR DE LA PRÓXIMA LUNA
Ya no tengo la paciencia de esperarte
a que llegues a mis Playas de Poniente
como pleamar en la próxima luna.
Me consume la sal.
Aquí sólo quedan calcinadas vértebras
de varadas ballenas y violáceas cabelleras de medusas
Rodearé tu cuello con el cabotaje corto de mis brazos.
Mis muslos serán enredaderas de espuma
resbalando por tus acantilados del deseo.
Seré el eterno gemido de los guijarros
cuando el mar retrocede y se adentra de nuevo.
Flujo y reflujo
-oscilación perversa-
armonía de Universo conjugado.
Atolones de lumbre tatuarán tu espalda
por entre las yemas de mis dedos.
Seré tu maremoto:
el tsunami a donde quieras conducirme.
Esta sed es de siglos
Moriré en tu lenta caricia; mientras me sacias
con agua fresquísima de tus ríos interiores
LUNA
La mañana
traerá tus ojos
aroma a invierno
tierra mojada
en este otro mar
que te sueña viento,
hoja
luna.
POEMA DE MARIA TERESA BRAVO BAñóN
(ESPAñA)
LA PLEAMAR DE LA PRÓXIMA LUNA
Ya no tengo la paciencia de esperarte
a que llegues a mis Playas de Poniente
como pleamar en la próxima luna.
Me consume la sal.
Aquí sólo quedan calcinadas vértebras
de varadas ballenas y violáceas cabelleras de medusas
Rodearé tu cuello con el cabotaje corto de mis brazos.
Mis muslos serán enredaderas de espuma
resbalando por tus acantilados del deseo.
Seré el eterno gemido de los guijarros
cuando el mar retrocede y se adentra de nuevo.
Flujo y reflujo
-oscilación perversa-
armonía de Universo conjugado.
Atolones de lumbre tatuarán tu espalda
por entre las yemas de mis dedos.
Seré tu maremoto:
el tsunami a donde quieras conducirme.
Esta sed es de siglos
Moriré en tu lenta caricia; mientras me sacias
con agua fresquísima de tus ríos interiores
jueves, 4 de junio de 2009
Poesía Luis Méndez
Del libro Subterráneo, año 2005)
SUEÑO
Lluvia de bengalas
ojos de bengala
Tigre de bengala
bengalas estallan en tu pecho.
RÊVE …del libro Subterráneo, año 2005)
La pluie des feux de Bengale
les yeux des feux de Bengale
le tigre des feux de Bengale
les feux de Bengale
éclatent dans ta poitrine.
Traduit en français par Athanase Vantchev de Thracy
38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
SUEÑO
Lluvia de bengalas
ojos de bengala
Tigre de bengala
bengalas estallan en tu pecho.
RÊVE …del libro Subterráneo, año 2005)
La pluie des feux de Bengale
les yeux des feux de Bengale
le tigre des feux de Bengale
les feux de Bengale
éclatent dans ta poitrine.
Traduit en français par Athanase Vantchev de Thracy
38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
miércoles, 3 de junio de 2009
Poesía Luis Méndez
I
Érase Uno el culpable
miles los muertos,
Uno el magnifico impostor
II
Eran los Emperadores
Roma incendiada hace siglos
Persia a manos del asesino.
III
Eran dragones
Fieras bestias
en incendiarios cielos
IV
Eran barcos
Navíos rojizos
Perdidos a la distancia
V
Era Napoleón
Hitler
Mussolini
Franco
Mobutu
Pinochet
Bush
Beth Nahrin,
Tigris y Éufrates
sitiados en la noche vengativa
VI
AL FINAL DEL CAMINO
Era Diógenes
con su lámpara
en el bifurcar de las sombras.
Érase Uno el culpable
miles los muertos,
Uno el magnifico impostor
II
Eran los Emperadores
Roma incendiada hace siglos
Persia a manos del asesino.
III
Eran dragones
Fieras bestias
en incendiarios cielos
IV
Eran barcos
Navíos rojizos
Perdidos a la distancia
V
Era Napoleón
Hitler
Mussolini
Franco
Mobutu
Pinochet
Bush
Beth Nahrin,
Tigris y Éufrates
sitiados en la noche vengativa
VI
AL FINAL DEL CAMINO
Era Diógenes
con su lámpara
en el bifurcar de las sombras.
Poesía Luis Méndez
POETA
Éramos un mar
de silencio acumulado ante la selva
La cercanía más distante
Universo
Caos
en los sueños de un martes
duraznos, olivos y manzanos
incendiarios
Bajo el aura
del eclipse ácido
una luna de sangre.
Fe mía
Cuánto dolor me causan estas calles
encumbradas por el recuerdo.
Un canto fúnebre
deja sus notas abandonadas.
LE POÈTE
Nous étions une mer
de silence, immense devant la forêt.
Le voisinage le plus lointain était
l'Univers
Le Chaos
Dans les rêves d’un mardi –
pêchers, oliviers et pommiers incendiaires.
Sous le souffle léger de l'éclipse acide
une lune de sang.
Ma foi
Quelle douleur me causent ces rues
Erigées par le souvenir.
Un chant funèbre
laisse traîner ses notes ultimes.
Traducido al Francés por el Poeta
A t h a n a s e V a n t c h e v d e T h r a c y
38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
Éramos un mar
de silencio acumulado ante la selva
La cercanía más distante
Universo
Caos
en los sueños de un martes
duraznos, olivos y manzanos
incendiarios
Bajo el aura
del eclipse ácido
una luna de sangre.
Fe mía
Cuánto dolor me causan estas calles
encumbradas por el recuerdo.
Un canto fúnebre
deja sus notas abandonadas.
LE POÈTE
Nous étions une mer
de silence, immense devant la forêt.
Le voisinage le plus lointain était
l'Univers
Le Chaos
Dans les rêves d’un mardi –
pêchers, oliviers et pommiers incendiaires.
Sous le souffle léger de l'éclipse acide
une lune de sang.
Ma foi
Quelle douleur me causent ces rues
Erigées par le souvenir.
Un chant funèbre
laisse traîner ses notes ultimes.
Traducido al Francés por el Poeta
A t h a n a s e V a n t c h e v d e T h r a c y
38 Boulevard Flandrin75116 ParisFRANCE
martes, 2 de junio de 2009
Poesía - Luis Méndez: del libro inédito ...Y OTRAS HIERBAS
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Yo,
¿quién sino el dios de la vendimia?
prófugo en tarde de aspavientos y mareas
Saladín en pelea contra sí mismo.
Hereje de mi propia casa,
vino desabrido en noches enlunecidas.
Soy acaso lóbrego viento
entremeciendo los débiles andamios
de un casi-verso estrellado contra la pared.
La palabra que no existe
Un breve-verso de domingo.
Soy aquello, lo otro y lo siguiente.
La otra mejilla que jamás será golpeada.
La extraviada nota de un laúd
Granizo que golpea el pavimento,
Un breviario del nunca jamás.
El pasajero que no llegará a su puerto
El inicio y el final servido a la mesa
sin pan, sin vino.
Soy la otra cara de la moneda
La canción de alaridos rotos,
El camino a ninguna parte
La palidez de un día
Yo,
Casi – loco
Casi –poeta
Casi – muerto
Vago Diógenes soy
Siete lunas me asisten
Setentamil veces siete con las estrellas.
Sin un As
imágenes surrealistas se precipitan desde el tejado.
La noche solo es la noche distendida
en la intemperie temblorosa del verbo.
Aquí yace una historia extraviada
en la acidez de páginas olvidadas
de amarillos anaqueles.
Quién puede tocar a la puerta
quien sino fantasmas que asisten fieles
a mis calles, a mis horas.
Desde la ventana se ve lejos el mar
En el año del Tigre
La luna menguando indica la hora estacionaria.
Es mi territorio granito
Cartago es solo un recuerdo
Tormenta de arena que nubla mi memoria
No hay tiempo para más tarde.
En la piedra se sacrifica la manzana
mientras la rueca despedaza la escultura de un dios.
Al final del camino
Sin dios ni fe
Poesía
encuéntrote
en el bifurcar de telares en sombra.
En el signo de acuario
En paredes hendidas
En colores indefinidos
ahí,
sutil tu mirada me busca
…a propósito me extravío
niégote mi mirar,
anidar en mi pecho tu sentir
equivale a la libertad de un cautivo.
Pensar en tu huidizo acertar,
en la llana esperanza de un anciano
asilado en la soledad de un vagabundo
que juega a ser un niño abandonado por el amor.
Hoy,
Poesía amada te odio
acércame al arroyo sin ver el reflejo
del demonio afilador de sermones.
Deseo caminar sin creer
yerto ante la mudez de los sentidos irme
tan lejos que no pueda ver, juzgar o tocarte.
Me preguntarás porqué sino la lealtad
impronta entonces, fijarás tus ojos en este corazón
que ya sino un racimo de tempestad
predestinado desde el origen,
es báculo quebradizo señalando el horizonte.
Enemigos entonces
emprenderemos el camino,
Tú, por la vida de otros poetas,
Yo, de regreso a la esquina,
al umbral donde sola
Desdemona de mis días
me convidaste a la locura.
The Other Side of the Coin
I,
Who else but the god of vintage,
Fugitive in an afternoon of roar and tides,
Saladin fighting against himself,
Heretic of my own house,
Tasteless wine in moonlighted nights.
I am perhaps a gloomy wind,
Shaking the weak scaffolds
Of a quasiverse shattered against the wall.
The nonexistent word.
A brief Sunday verse.
I am that one, another, and the next.
The other cheek which will never be slapped.
The note of a lute.
Hail hitting the pavement.
A summary of nevermore.
The passenger who will never reach his port.
The beginning and the end, table served
Without bread nor wine.
I am the other side of the coin.
The song of broken screams.
The road to nowhere.
The wanness of a day.
I, almost insane,
Almost a poet,
Almost dead.
Vague Diogenes I am.
Seven moons assist me
Seven thousand times with the stars.
Without and ace
Surreal images plunge from the roof.
Night is only the night stretched
Upon the tremulous harshness of the word.
Here lies a story lost
In the sourness of pages forgotten
On yellowish shelves.
Who can knock at the door,
Who else but ghosts faithfully visiting
My streets, my hours?
From the window one can see the ocean, far away
In the Year of the Tiger.
The waning moon shows the stationary time.
It is my granite territory.
Cartago is just a reminiscence,
A sand storm clouding my memory.
There is no time for later.
On the stone, the apple is sacrificed
While the spinning wheel shreds the sculpture of a god.
At the end of the road,
Without god nor faith,
I find you, Poetry,
On the junction of shadowed looms.
In the sign of Aquarius.
In split walls.
In indefinite colors.
There.
Your eyes subtly look at me.
Deliberately, I hide from you.
I deny you my gaze.
Lodging your feeling in my chest
Is equivalent to the freedom of a prisoner.
Thinking of your elusive achievement,
Of the plain hope of an old man
Exiled in the loneliness of a vagabond
Who plays the role of a child abandoned by love.
Today,
Beloved Poetry, I hate you.
Bring me to the stream not seeing the reflection
Of the sermon-sharpening demon.
I want to walk without believing,
Rigid before the silence of the senses,
So far that I may not see, judge, or touch you.
You will ask me why but the loyalty
Then imprinted, you will fix your eyes on this heart
That already, if not a handful of storms,
Predestined from the beginning,
Is a fragile staff pointing to the horizon.
Enemies then,
We will take the road:
You, through the lives of other poets,
I, back in the corner,
At the threshold where,
Unique Desdemona of my days, You invited me to madness.
Yo,
¿quién sino el dios de la vendimia?
prófugo en tarde de aspavientos y mareas
Saladín en pelea contra sí mismo.
Hereje de mi propia casa,
vino desabrido en noches enlunecidas.
Soy acaso lóbrego viento
entremeciendo los débiles andamios
de un casi-verso estrellado contra la pared.
La palabra que no existe
Un breve-verso de domingo.
Soy aquello, lo otro y lo siguiente.
La otra mejilla que jamás será golpeada.
La extraviada nota de un laúd
Granizo que golpea el pavimento,
Un breviario del nunca jamás.
El pasajero que no llegará a su puerto
El inicio y el final servido a la mesa
sin pan, sin vino.
Soy la otra cara de la moneda
La canción de alaridos rotos,
El camino a ninguna parte
La palidez de un día
Yo,
Casi – loco
Casi –poeta
Casi – muerto
Vago Diógenes soy
Siete lunas me asisten
Setentamil veces siete con las estrellas.
Sin un As
imágenes surrealistas se precipitan desde el tejado.
La noche solo es la noche distendida
en la intemperie temblorosa del verbo.
Aquí yace una historia extraviada
en la acidez de páginas olvidadas
de amarillos anaqueles.
Quién puede tocar a la puerta
quien sino fantasmas que asisten fieles
a mis calles, a mis horas.
Desde la ventana se ve lejos el mar
En el año del Tigre
La luna menguando indica la hora estacionaria.
Es mi territorio granito
Cartago es solo un recuerdo
Tormenta de arena que nubla mi memoria
No hay tiempo para más tarde.
En la piedra se sacrifica la manzana
mientras la rueca despedaza la escultura de un dios.
Al final del camino
Sin dios ni fe
Poesía
encuéntrote
en el bifurcar de telares en sombra.
En el signo de acuario
En paredes hendidas
En colores indefinidos
ahí,
sutil tu mirada me busca
…a propósito me extravío
niégote mi mirar,
anidar en mi pecho tu sentir
equivale a la libertad de un cautivo.
Pensar en tu huidizo acertar,
en la llana esperanza de un anciano
asilado en la soledad de un vagabundo
que juega a ser un niño abandonado por el amor.
Hoy,
Poesía amada te odio
acércame al arroyo sin ver el reflejo
del demonio afilador de sermones.
Deseo caminar sin creer
yerto ante la mudez de los sentidos irme
tan lejos que no pueda ver, juzgar o tocarte.
Me preguntarás porqué sino la lealtad
impronta entonces, fijarás tus ojos en este corazón
que ya sino un racimo de tempestad
predestinado desde el origen,
es báculo quebradizo señalando el horizonte.
Enemigos entonces
emprenderemos el camino,
Tú, por la vida de otros poetas,
Yo, de regreso a la esquina,
al umbral donde sola
Desdemona de mis días
me convidaste a la locura.
The Other Side of the Coin
I,
Who else but the god of vintage,
Fugitive in an afternoon of roar and tides,
Saladin fighting against himself,
Heretic of my own house,
Tasteless wine in moonlighted nights.
I am perhaps a gloomy wind,
Shaking the weak scaffolds
Of a quasiverse shattered against the wall.
The nonexistent word.
A brief Sunday verse.
I am that one, another, and the next.
The other cheek which will never be slapped.
The note of a lute.
Hail hitting the pavement.
A summary of nevermore.
The passenger who will never reach his port.
The beginning and the end, table served
Without bread nor wine.
I am the other side of the coin.
The song of broken screams.
The road to nowhere.
The wanness of a day.
I, almost insane,
Almost a poet,
Almost dead.
Vague Diogenes I am.
Seven moons assist me
Seven thousand times with the stars.
Without and ace
Surreal images plunge from the roof.
Night is only the night stretched
Upon the tremulous harshness of the word.
Here lies a story lost
In the sourness of pages forgotten
On yellowish shelves.
Who can knock at the door,
Who else but ghosts faithfully visiting
My streets, my hours?
From the window one can see the ocean, far away
In the Year of the Tiger.
The waning moon shows the stationary time.
It is my granite territory.
Cartago is just a reminiscence,
A sand storm clouding my memory.
There is no time for later.
On the stone, the apple is sacrificed
While the spinning wheel shreds the sculpture of a god.
At the end of the road,
Without god nor faith,
I find you, Poetry,
On the junction of shadowed looms.
In the sign of Aquarius.
In split walls.
In indefinite colors.
There.
Your eyes subtly look at me.
Deliberately, I hide from you.
I deny you my gaze.
Lodging your feeling in my chest
Is equivalent to the freedom of a prisoner.
Thinking of your elusive achievement,
Of the plain hope of an old man
Exiled in the loneliness of a vagabond
Who plays the role of a child abandoned by love.
Today,
Beloved Poetry, I hate you.
Bring me to the stream not seeing the reflection
Of the sermon-sharpening demon.
I want to walk without believing,
Rigid before the silence of the senses,
So far that I may not see, judge, or touch you.
You will ask me why but the loyalty
Then imprinted, you will fix your eyes on this heart
That already, if not a handful of storms,
Predestined from the beginning,
Is a fragile staff pointing to the horizon.
Enemies then,
We will take the road:
You, through the lives of other poets,
I, back in the corner,
At the threshold where,
Unique Desdemona of my days, You invited me to madness.
Luis Méndez
en la Casa del escritor William Faulkner (1897 - 1962)
Premio Nobel de Literatura
Como otros autores prolíficos, sufrió la envidia de otros, y fue considerado el rival estilístico de Hemingway (sus largas frases contrastaban con las cortas de Hemingway). Es considerado probablemente el único modernista americano de la década de 1930, siguiendo la tradición experimental de escritores europeos como James Joyce, Virginia Woolf y Marcel Proust, y conocido por su uso de técnicas literarias innovadoras, como el monólogo interior, la inclusión de múltiples narradores o puntos de vista y los saltos en el tiempo dentro de la narración.
Poesía Luis Méndez
MEJOR BAILEMOS OTRO TANGO
Acercó sus ojos al atrio de los comunes,
encontró un palacio sin madrigales
gloria en pedestal de fango
susurró el poeta.
Mejor
bailemos otro tango
o cambiemos de disfraz
cantó de nuevo el poeta.
Volvió sus ojos al lugar
Las calles estaban vacías, el cielo entristecido.
En el circo se inauguraba la primera función.
Acercó sus ojos al atrio de los comunes,
encontró un palacio sin madrigales
gloria en pedestal de fango
susurró el poeta.
Mejor
bailemos otro tango
o cambiemos de disfraz
cantó de nuevo el poeta.
Volvió sus ojos al lugar
Las calles estaban vacías, el cielo entristecido.
En el circo se inauguraba la primera función.
Poesia Luis Méndez
APOLLINAIRE
De
mo
cracia
habitas
un país
de días cabalísticos
en el allende albur
de una ciudad donde la
flor nace y muere al tropel
de
las
bestias
De
mo
cracia
habitas
un país
de días cabalísticos
en el allende albur
de una ciudad donde la
flor nace y muere al tropel
de
las
bestias
poesia Luis Méndez
COLAPSO HUIDOR
Me dices lo posible en este imposible andar,
como si no supiera que mis pasos enervados
recorren espejos nuevos:
--reposados guardan silencio--
mientras la noche inunda
esta cuidad oculta en la memoria.
Aquí,
El breve paso del murciélago,
transeúnte de camino a casa,
recuerda un espacio en mis sueños:
colapso huidor de nido metafísico.
Piel de caminante deshojado
amanece con el hastío y las rotas
páginas de un diario inconcluso.
¡Mírame!
Hija de la gran Eva
vuelve tu vista sobre esta roca convertida
estancia para el vagamundo
que olvidado por el camino
sueña la habitación.
COLAPSO HUIDOR
Me dices lo posible en este imposible andar,
como si no supiera que mis pasos enervados
recorren espejos nuevos:
--reposados guardan silencio--
mientras la noche inunda
esta cuidad oculta en la memoria.
Aquí,
El breve paso del murciélago,
transeúnte de camino a casa,
recuerda un espacio en mis sueños:
colapso huidor de nido metafísico.
Piel de caminante deshojado
amanece con el hastío y las rotas
páginas de un diario inconcluso.
¡Mírame!
Hija de la gran Eva
vuelve tu vista sobre esta roca convertida
estancia para el vagamundo
que olvidado por el camino
sueña la habitación.
Y sí
Y sí
Al poeta Alexis Ramírez
Y si la tierra se tragase los difuntos días
y los calendarios los difuntos seres,
otro gallo cantaría, poeta.
Hoy, 9 de Diciembre por ejem. Estaría de fiesta
tu gata, “leyenda de Birmania”.
No habría entonces razones para llorar.
“ ¡Eimén
Y Jaleluya!”
Al poeta Alexis Ramírez
Y si la tierra se tragase los difuntos días
y los calendarios los difuntos seres,
otro gallo cantaría, poeta.
Hoy, 9 de Diciembre por ejem. Estaría de fiesta
tu gata, “leyenda de Birmania”.
No habría entonces razones para llorar.
“ ¡Eimén
Y Jaleluya!”
Pavesse
PAVESSE
He de convertirme
en un perfecto suicida
ó, al amanecer
he de ver en el espejo
el rostro de un cobarde
atragantado con la luz de la mañana.
He de convertirme
en un perfecto suicida
ó, al amanecer
he de ver en el espejo
el rostro de un cobarde
atragantado con la luz de la mañana.
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